Nos imaginamos que muchos de ustedes vieron la campaña: “Lengua madre solo hay una” de la Real Academia Española (RAE) y la Academia de Publicidad (AP); sobre el excesivo uso de los anglicismos en la publicidad, el marketing, en todo lo relacionado a la tecnología y en muchos casos en la cotidiana.

Desde el 18 de mayo, que se realizó un encuentro entre varios grupos relacionados con la academia, la publicidad y el marketing en España, muchos medios de comunicación han analizado la temática de esta campaña, desde varios puntos de vista. Y nosotros que trabajamos conjuntamente con el mundo de la publicidad y el video, no podíamos quedarnos atrás.

Algunos de los planteos de la RAE y AP

– Existe un abuso del inglés en la publicidad: ya no aporta diferencia en el contenido.

– Se piensa que los productos que son promocionados en inglés tienen mejor calidad, son superiores, son más apetecibles y se encuentran más vinculados con la modernidad.

– En el 2003 sólo 30 marcas en España usaron el inglés para sus publicidades, mientras que el 2015 fueron más de 300 marcas las que lo hicieron.

– Existe un complejo de inferioridad hispano, en cuanto a su lenguaje.

– Hay un abuso de la terminología en inglés cuando es innecesario.

La publicidad y la estética

Una crítica que a raíz de este experimento de la RAE, podemos hacernos a nosotros mismos como consumidores, es que muchas veces no escuchamos el mensaje de la publicidad, estamos más atentos a la estética del comercial, nos interesa más la voz del actor o actriz de turno, nos fijamos en cualquier cosa menos en lo que el producto realmente nos está vendiendo. Cerramos nuestros oídos al mensaje y nos quedamos solo con la imagen que la pantalla nos está brindando.

La publicidad nos vende demasiadas cosas en un tiempo muy corto, está no nos provee sólo de un producto determinado, nos vende estatus, una imagen predeterminada de nosotros mismos si es que usamos ese producto. Vemos una estética clara, con colores agradables, calidez, sencillez o glamour, todo acompañado por la música; esto envuelve un producto determinado. No vamos solamente a comprar un perfume, vamos a comprar ser sexys, ser deseables, oler bien, vernos de determinada manera.

Las dos publicidades creadas para TV y diferentes publicaciones en la vía pública, cuentan con todas estas características, son agradables en su estética, llaman la atención, y la cereza del pastel fue que la gente podía a través de la web solicitar un producto gratis como prueba. ¡No se podía pedir más! El único problema era que el producto tenía todo lo que se había ofrecido, el tema es que la gente al no entender realmente el inglés, no comprendieron lo que realmente ofrecían los productos.

¿Entonces desde la publicidad qué podemos hacer? ¿Dejar de lado los anglicismos es la solución? No pasa solo por el lenguaje, si no por tener una mente autocrítica y ser realistas, la idea de dejar de lado los anglicismos en ciertas campañas, o en palabras que ya están instauradas en nuestra memoria no suena muy alcanzable, pero sí podemos entregar a los consumidores información real, basados en la ética de la publicidad y no encubriendo lo que está mal de un producto, para lograr únicamente la venta sin pensar en el consumidor. Al fin y al cabo lo que buscamos con la publicidad es hacer llegar a los consumidores, productos que les generen satisfacción y no decepciones, ¿verdad?

Algunas incoherencias

Para hacer este análisis sobre la publicidad y los anglicismos estuvimos revisando mucha información, pero algo que saltó a la vista es el nombre de la agencia de publicidad que creó la campaña, que se llama Grey Publicidad y sabemos que es una agencia internacional que desea llegar a varios públicos.

Pero en su sitio web de España, usa los típicos anglicismos utilizados por las agencias de publicidad.
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Entonces, desde el vamos, es una contradicción para la campaña, ya que su propia agencia ni siquiera para dicha publicación cambió su titular “Case Study” por “Caso de Estudio”, lo cual nos muestra el duro camino que tendrá la RAE en su búsqueda de borrar los anglicismos del mundo publicitario.

Contános vos qué opinas sobre esta campaña y sobre el uso de los anglicismos en la publicidad.